QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA PARA UNA REFORMA O AMPLIACIÓN
Partimos del concepto de que cualquier inmueble para vivir, sea éste casa o apartamento, local comercial o industrial, siempre admite una reforma, total o parcial, en sentido amplio y que solo puede estar limitado por cuestiones legales o estructurales.
Centramos este informe en propiedades con fines habitacionales ya sea para uso propio o para alquilar en primer lugar pues el tema es muy amplio.
La reforma o rehabilitación es aquella acción constructiva que se realiza con diferentes objetivos que van desde mejorar la calidad de habitabilidad o generar más espacio en el inmueble y aumentar su valor de mercado, hasta solucionar problemas básicos de estructura y mantenimiento.
Cualquiera sea el objetivo de la reforma (sea esta total o parcial) todas ellas tienen algunos puntos que son comunes y es justamente lo que analizaremos en este informe desde DOT arquitectura.
Si estás pensando en realizar una reforma te aconsejamos que revises estos puntos que te pueden ser útiles a la hora de tomar decisiones.
- TENER CLARO EL PROYECTO DE REFORMA.
Es lo primero que debes decidir, tener las ideas bien claras de cuál es tu objetivo. Ya sea para realizar la compra y luego reformar o para la vivienda que ya tienes, lo primero es estar seguro de cuáles son los objetivos y prioridades.
Si es para alquilar, qué necesitamos para dejarla en óptimas condiciones de habitabilidad y tener la mejor renta; si se trata de tu casa, saber exactamente qué necesitas y cómo quieres vivir ahora y a futuro.
Examina a fondo el inmueble, recórrelo, mira todos los detalles, al menos todo lo que está a la vista, cómo te gustaría que quedara, qué necesitas y cómo te sentirías viviendo allí. Tómate tiempo y tendrás una primera evaluación personal más o menos clara de por dónde empezar.
Quienes vamos a vivir somos nosotros y por lo tanto somos los que conocemos nuestras necesidades, cuál es nuestro estilo de vida, qué nos gustaría y qué no. Las opiniones de las personas de nuestro entorno pueden ser bienvenidas, pero la decisión final se basa en nuestras vivencias y en cómo queremos vivir. Las decisiones son muy personales pues nuestro plan de vida lo fijamos nosotros.
Podemos tener ideas muy fijas o ideas muy vagas sobre lo que queremos, pero aquí lo importante es llegar a tener “buenas ideas” de acuerdo a lo que necesitamos y lo que podemos con nuestros recursos.
- DEFINE EL IMPORTE TOTAL A INVERTIR
Debes tener claro desde el principio de cuánto puedes disponer para realizar la inversión (no hablamos de gasto, pues en realidad estás agregando valor a tu inmueble, entonces hablemos de inversión), ya sea capital que ya tienes, o si además vas a tomar un préstamo en caso de que sea necesario.
Esto es muy importante también tenerlo claro, pues no podemos contar con que vamos a realizar un proyecto deseado y muy ambicioso para luego darnos contra la realidad de que no lo podemos solventar. No podemos planificar nada sin este dato, aquello de “crear castillos en el aire” nos puede decepcionar y nos dará un dolor de cabeza seguro.
Esa disponibilidad de dinero ya nos puede estar indicando si vamos a poder realizar una reforma total en la primera etapa, o vamos a tener que dividir nuestro proyecto para acompañarlo con el ingreso de dinero a futuro. Es decir, ¿realizo todo de una vez, o reformo parcialmente y continúo en otro momento?
- ¿POR QUÉ UN BUEN PROFESIONAL PARA TU PROYECTO DE REFORMA?
Las ideas hay que evaluarlas, generar nuevas, adaptarlas a lo que tenemos, plasmarlas en el plano y luego hacerlas realidad en la obra.
Para eso sin duda necesitas un arquitecto, pues ya sea para la compra del inmueble y la posible reforma (total o parcial) o para la vivienda que ya tienes, una reforma no es cuestión de perder tiempo y dinero por errores que se podían haber evitado si contamos con el asesoramiento y dirección de un profesional.
¿De qué sirve tener un gran proyecto en mente si no podemos evaluar con certeza cómo lo vamos a llevar adelante? El asesoramiento profesional te va a permitir solucionar esto y debes considerarlo como parte de tu inversión para aumentar el valor real y de mercado de tu propiedad y hacer realidad los cambios que mejoran tu calidad de vida en el nuevo hogar.
La ayuda y asesoramiento es fundamental para saber qué se puede hacer y qué no en casos de propiedades horizontales o padrones únicos, edificios, casas con retiros programados a futuro o por tener disposiciones de protección por ser patrimonio histórico nacional o municipal de la ciudad donde se encuentran
Sumado a lo anterior, tratándose de la compra del inmueble, saber qué regularizaciones no están realizadas y por lo tanto al sumar una nueva reforma, lo anterior también debe ser regularizado lo que influye en el precio del inmueble. Es muy importante la parte administrativa, formal y legal antes de iniciar nada, saber primero dónde estamos parados en estos aspectos.
Además de realizar contigo el proyecto de lo que necesitas aportando conocimiento e ideas, una vez definido el mismo, si el arquitecto realiza la dirección de obra se encargará de controlar y dirigir la construcción para que la misma se realice de acuerdo a lo proyectado, tomando las decisiones necesarias en caso de que surjan imprevistos. Esto te dará la tranquilidad de que tienes una persona a cargo, informándote durante todo el tiempo que dure la obra.
También va a realizar el estudio de la viabilidad de la obra en caso de grandes reformas que pueden afectar su estructura, realizando los cálculos técnicos y tomando todas las medidas y precauciones necesarias para llevarla a cabo. El relevamiento de la obra existente para saber cómo se encuentra estructuralmente, si tiene patologías y de qué tipo, su estado de conservación y vicios ocultos son datos que sí o sí se deben tener de antemano.
Otro tema importante es que la obra generalmente abarca varios tipos de trabajos según el alcance de la misma, como por ejemplo albañilería, instalación eléctrica, calefacción y aire acondicionado, sanitaria, aberturas, pisos, etc., donde trabajan varios técnicos y donde se provee una gran variedad de materiales.
Todo esto influye en la elaboración de tu presupuesto de obra y un profesional arquitecto te puede asesorar y ayudar para optar por las mejores opciones de la amplia gama de materiales que existen para tu inmueble dentro de las ofertas que hay en el mercado optimizando la calidad de acuerdo a tu disponibilidad de dinero. Detalles en este tema pueden hacer la gran diferencia en la parte económica y física de tu proyecto.
Tu presupuesto tiene que ser real, es decir, realizar los cálculos de todo lo necesario para que no tengas sorpresas. En el mismo sentido, evaluar y controlar los tiempos razonables de ejecución de obra, pues en esto también “el tiempo es oro”.
El arquitecto te va asesorar en la redistribución de espacios, aprovechamiento de la luz, aislamiento acústico, aislamiento térmico para ahorrar energía, temas relacionados con el medio ambiente, seguridad, diseño de interior, y en caso de que tu propiedad tenga espacios verdes todo lo relacionado a paisajismo.
En DOT arquitectura nos ocupamos de todo esto. Puedes ingresar en nuestra página si te interesa saber más sobre lo hacemos.
- ¿POR QUÉ UN PRESUPUESTO REAL ES TAN IMPORTANTE?
Porque eso va a definir hasta qué punto podemos construir o reformar (parcial o total) y ese cálculo que necesitamos lo debemos solicitar a un profesional pues hay una cantidad de variables que si no estamos atentos o en el tema de arquitectura pueden generar problemas.
Ese presupuesto no puede dejar afuera nada, salvo temas que no se pueden estimar de antemano por la complejidad (imprevistos) y que solo se podrán evaluar en determinado momento de la reforma, especialmente en construcciones antiguas o con patologías importantes.
No se trata solo de los materiales y la de mano de obra con sus aportes, sino también de imprevistos que seguramente van a surgir ya sea por circunstancias constructivas y técnicas, sino también por decisiones de cambios en el proyecto que pueden afectar lo programado
Es decir, evaluar con un margen razonable hasta dónde podemos cambiar lo proyectado con el presupuesto original que hicimos.
El tema aquí es acotar lo más posible todas las variables para no tener una sorpresa, pero tener en cuenta una partida para imprevistos que pueden aparecer en el desarrollo de la obra.
Hay cuestiones de índole estructural en una obra en la que no podemos escatimar esfuerzo económico pues afectan la calidad, duración y seguridad del inmueble; hay otras, por ejemplo de orden funcional o estético, que admiten variaciones que se pueden considerar.
- ¿REFORMA TOTAL O REFORMA PARCIAL?
Además de un tema de presupuesto o finalidad de la reforma tienes que definir si la vas a realizar en una sola etapa de principio a fin o en varias etapas de acuerdo a un cronograma organizado y planificado con el profesional que te asesora.
Lo primero a considerar es el tiempo de duración de la obra y qué alcance tiene en los puntos que abarquen en el inmueble. No es lo mismo por ejemplo solo tocar pisos, aberturas y algo más, que sumar todas las instalaciones como eléctrica y sanitaria, aislación e impermeabilización, cambiar la distribución con ampliación de metraje o tirar paredes y modificar la planta en forma sustancial.
Es decir que si la obra es una reforma integral del inmueble, donde se requieren mejoras o cambios en prácticamente toda la vivienda, los tiempos son otros y la planificación es diferente.
Aquí influye también si se trata de aplicar reforma en una construcción relativamente nueva o si se trata de construcciones muy antiguas y con poco o ningún mantenimiento que pueden deparar algunas “sorpresas”.
Hay tareas que es conveniente realizarlas todas al principio, aunque decidamos dejar otras para una segunda etapa, pues implican un doble trabajo a la hora de volver a retomar las mismas.
En el resto de las tareas es cuestión de dar prioridad a las más necesarias o importantes y dejar las que no lo son para el final.
- ¿QUIEN VA PRIMERO: EL ARQUITECTO O LA EMPRESA CONSTRUCTORA?
Podemos decir que en este tema no debería haber un conflicto de intereses; lo que debe haber es un orden en la planificación de cualquier obra que se realice en forma responsable.
Muchos clientes recurren a una empresa constructora para tener “una idea” de cuánto les va a costar una reforma integral en base a algunos datos sobre lo que quieren.
La pregunta sería en base a qué elementos alguien puede decir con exactitud cuánto va a salir una reforma y elaborar un presupuesto real si no cuenta con un proyecto definido que tenga sus planos, memoria descriptiva, metrajes a demoler y construir, total de los materiales y calidad de los mismos y un estudio de la construcción sobre factibilidad y posibles complicaciones estructurales o vicios ocultos. Pues nadie puede estimar algo serio sin tener previamente estos elementos.
Una vez que tienes todos esos elementos detallados anteriormente que te puede preparar un estudio de arquitectura o un arquitecto independiente puedes sí pedir los presupuestos bien detallados, que luego de revisados a fondo por quién va a dirigir tu obra y asesorado sobre lo que te ofrecen puedes hacer la elección.
Pero ten en cuenta algo: un presupuesto no se elige solo por precio final. Hay otros factores a tener en cuenta que son calidad de ejecución, técnicas, componentes, mediciones, etc.
El proyecto con sus planos y memoria, junto con ese presupuesto bien desarrollado son la base de trabajo de cualquier reforma (integral o no) que permiten realizar un buen seguimiento, control, ejecución y tener un producto terminado de calidad que te de la garantía de que responde a tu inversión.
- SABER CUAL ES EL MOMENTO OPORTUNO DE COMENZAR LAS OBRAS
El plazo es algo importante a tener en cuenta, y sabemos que se genera cierta ansiedad por comenzar para ver cuanto antes la obra terminada. Pero no podemos saltear pasos ni tampoco apurar procesos que sí o sí se tienen que realizar, como son la realización de los estudios previos, los planos y complementos, y toda la documentación del proyecto que llevan su tiempo si se realiza a conciencia.
Es mejor tener todo definido y en detalle para evitar imprevistos y gastos no contemplados de antemano en el desarrollo de la obra. El tiempo previo invertido en el proyecto vale la pena.
Es mejor gastar en lápiz y papel, que en jornales y material de obra por tener que demoler y volver a hacer tareas no previstas.
Para terminar, además de todo lo que hemos expresado hay algo que es fundamental y que deberías tener en cuenta siempre: el proceso de reforma o ampliación de tu vivienda debe ser algo para disfrutar, participar y no debe generar ningún estrés desde el principio ni durante la obra, pues es ir llevando a la realidad y dando forma a todo lo deseado y proyectado en una forma ordenada y planificada en todos los aspectos.
Esperamos que este tema te haya resultado de utilidad. En DOT arquitectura estamos a las ordenes por cualquier consulta o asesoramiento pues nuestro objetivo es que tu idea y proyecto sea una muy buena experiencia.
© DOT arquitectura 2022
QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA PARA UNA REFORMA O AMPLIACIÓN
Partimos del concepto de que cualquier inmueble para vivir, sea éste casa o apartamento, local comercial o industrial, siempre admite una reforma, total o parcial, en sentido amplio y que solo puede estar limitado por cuestiones legales o estructurales.
Centramos este informe en propiedades con fines habitacionales ya sea para uso propio o para alquilar en primer lugar pues el tema es muy amplio.
La reforma o rehabilitación es aquella acción constructiva que se realiza con diferentes objetivos que van desde mejorar la calidad de habitabilidad o generar más espacio en el inmueble y aumentar su valor de mercado, hasta solucionar problemas básicos de estructura y mantenimiento.
Cualquiera sea el objetivo de la reforma (sea esta total o parcial) todas ellas tienen algunos puntos que son comunes y es justamente lo que analizaremos en este informe desde DOT arquitectura.
Si estás pensando en realizar una reforma te aconsejamos que revises estos puntos que te pueden ser útiles a la hora de tomar decisiones.
- TENER CLARO EL PROYECTO DE REFORMA.
Es lo primero que debes decidir, tener las ideas bien claras de cuál es tu objetivo. Ya sea para realizar la compra y luego reformar o para la vivienda que ya tienes, lo primero es estar seguro de cuáles son los objetivos y prioridades.
Si es para alquilar, qué necesitamos para dejarla en óptimas condiciones de habitabilidad y tener la mejor renta; si se trata de tu casa, saber exactamente qué necesitas y cómo quieres vivir ahora y a futuro.
Examina a fondo el inmueble, recórrelo, mira todos los detalles, al menos todo lo que está a la vista, cómo te gustaría que quedara, qué necesitas y cómo te sentirías viviendo allí. Tómate tiempo y tendrás una primera evaluación personal más o menos clara de por dónde empezar.
Quienes vamos a vivir somos nosotros y por lo tanto somos los que conocemos nuestras necesidades, cuál es nuestro estilo de vida, qué nos gustaría y qué no. Las opiniones de las personas de nuestro entorno pueden ser bienvenidas, pero la decisión final se basa en nuestras vivencias y en cómo queremos vivir. Las decisiones son muy personales pues nuestro plan de vida lo fijamos nosotros.
Podemos tener ideas muy fijas o ideas muy vagas sobre lo que queremos, pero aquí lo importante es llegar a tener “buenas ideas” de acuerdo a lo que necesitamos y lo que podemos con nuestros recursos.
- DEFINE EL IMPORTE TOTAL A INVERTIR
Debes tener claro desde el principio de cuánto puedes disponer para realizar la inversión (no hablamos de gasto, pues en realidad estás agregando valor a tu inmueble, entonces hablemos de inversión), ya sea capital que ya tienes, o si además vas a tomar un préstamo en caso de que sea necesario.
Esto es muy importante también tenerlo claro, pues no podemos contar con que vamos a realizar un proyecto deseado y muy ambicioso para luego darnos contra la realidad de que no lo podemos solventar. No podemos planificar nada sin este dato, aquello de “crear castillos en el aire” nos puede decepcionar y nos dará un dolor de cabeza seguro.
Esa disponibilidad de dinero ya nos puede estar indicando si vamos a poder realizar una reforma total en la primera etapa, o vamos a tener que dividir nuestro proyecto para acompañarlo con el ingreso de dinero a futuro. Es decir, ¿realizo todo de una vez, o reformo parcialmente y continúo en otro momento?
- ¿POR QUÉ UN BUEN PROFESIONAL PARA TU PROYECTO DE REFORMA?
Las ideas hay que evaluarlas, generar nuevas, adaptarlas a lo que tenemos, plasmarlas en el plano y luego hacerlas realidad en la obra.
Para eso sin duda necesitas un arquitecto, pues ya sea para la compra del inmueble y la posible reforma (total o parcial) o para la vivienda que ya tienes, una reforma no es cuestión de perder tiempo y dinero por errores que se podían haber evitado si contamos con el asesoramiento y dirección de un profesional.
¿De qué sirve tener un gran proyecto en mente si no podemos evaluar con certeza cómo lo vamos a llevar adelante? El asesoramiento profesional te va a permitir solucionar esto y debes considerarlo como parte de tu inversión para aumentar el valor real y de mercado de tu propiedad y hacer realidad los cambios que mejoran tu calidad de vida en el nuevo hogar.
La ayuda y asesoramiento es fundamental para saber qué se puede hacer y qué no en casos de propiedades horizontales o padrones únicos, edificios, casas con retiros programados a futuro o por tener disposiciones de protección por ser patrimonio histórico nacional o municipal de la ciudad donde se encuentran
Sumado a lo anterior, tratándose de la compra del inmueble, saber qué regularizaciones no están realizadas y por lo tanto al sumar una nueva reforma, lo anterior también debe ser regularizado lo que influye en el precio del inmueble. Es muy importante la parte administrativa, formal y legal antes de iniciar nada, saber primero dónde estamos parados en estos aspectos.
Además de realizar contigo el proyecto de lo que necesitas aportando conocimiento e ideas, una vez definido el mismo, si el arquitecto realiza la dirección de obra se encargará de controlar y dirigir la construcción para que la misma se realice de acuerdo a lo proyectado, tomando las decisiones necesarias en caso de que surjan imprevistos. Esto te dará la tranquilidad de que tienes una persona a cargo, informándote durante todo el tiempo que dure la obra.
También va a realizar el estudio de la viabilidad de la obra en caso de grandes reformas que pueden afectar su estructura, realizando los cálculos técnicos y tomando todas las medidas y precauciones necesarias para llevarla a cabo. El relevamiento de la obra existente para saber cómo se encuentra estructuralmente, si tiene patologías y de qué tipo, su estado de conservación y vicios ocultos son datos que sí o sí se deben tener de antemano.
Otro tema importante es que la obra generalmente abarca varios tipos de trabajos según el alcance de la misma, como por ejemplo albañilería, instalación eléctrica, calefacción y aire acondicionado, sanitaria, aberturas, pisos, etc., donde trabajan varios técnicos y donde se provee una gran variedad de materiales.
Todo esto influye en la elaboración de tu presupuesto de obra y un profesional arquitecto te puede asesorar y ayudar para optar por las mejores opciones de la amplia gama de materiales que existen para tu inmueble dentro de las ofertas que hay en el mercado optimizando la calidad de acuerdo a tu disponibilidad de dinero. Detalles en este tema pueden hacer la gran diferencia en la parte económica y física de tu proyecto.
Tu presupuesto tiene que ser real, es decir, realizar los cálculos de todo lo necesario para que no tengas sorpresas. En el mismo sentido, evaluar y controlar los tiempos razonables de ejecución de obra, pues en esto también “el tiempo es oro”.
El arquitecto te va asesorar en la redistribución de espacios, aprovechamiento de la luz, aislamiento acústico, aislamiento térmico para ahorrar energía, temas relacionados con el medio ambiente, seguridad, diseño de interior, y en caso de que tu propiedad tenga espacios verdes todo lo relacionado a paisajismo.
En DOT arquitectura nos ocupamos de todo esto. Puedes ingresar en nuestra página si te interesa saber más sobre lo hacemos.
- ¿POR QUÉ UN PRESUPUESTO REAL ES TAN IMPORTANTE?
Porque eso va a definir hasta qué punto podemos construir o reformar (parcial o total) y ese cálculo que necesitamos lo debemos solicitar a un profesional pues hay una cantidad de variables que si no estamos atentos o en el tema de arquitectura pueden generar problemas.
Ese presupuesto no puede dejar afuera nada, salvo temas que no se pueden estimar de antemano por la complejidad (imprevistos) y que solo se podrán evaluar en determinado momento de la reforma, especialmente en construcciones antiguas o con patologías importantes.
No se trata solo de los materiales y la de mano de obra con sus aportes, sino también de imprevistos que seguramente van a surgir ya sea por circunstancias constructivas y técnicas, sino también por decisiones de cambios en el proyecto que pueden afectar lo programado
Es decir, evaluar con un margen razonable hasta dónde podemos cambiar lo proyectado con el presupuesto original que hicimos.
El tema aquí es acotar lo más posible todas las variables para no tener una sorpresa, pero tener en cuenta una partida para imprevistos que pueden aparecer en el desarrollo de la obra.
Hay cuestiones de índole estructural en una obra en la que no podemos escatimar esfuerzo económico pues afectan la calidad, duración y seguridad del inmueble; hay otras, por ejemplo de orden funcional o estético, que admiten variaciones que se pueden considerar.
- ¿REFORMA TOTAL O REFORMA PARCIAL?
Además de un tema de presupuesto o finalidad de la reforma tienes que definir si la vas a realizar en una sola etapa de principio a fin o en varias etapas de acuerdo a un cronograma organizado y planificado con el profesional que te asesora.
Lo primero a considerar es el tiempo de duración de la obra y qué alcance tiene en los puntos que abarquen en el inmueble. No es lo mismo por ejemplo solo tocar pisos, aberturas y algo más, que sumar todas las instalaciones como eléctrica y sanitaria, aislación e impermeabilización, cambiar la distribución con ampliación de metraje o tirar paredes y modificar la planta en forma sustancial.
Es decir que si la obra es una reforma integral del inmueble, donde se requieren mejoras o cambios en prácticamente toda la vivienda, los tiempos son otros y la planificación es diferente.
Aquí influye también si se trata de aplicar reforma en una construcción relativamente nueva o si se trata de construcciones muy antiguas y con poco o ningún mantenimiento que pueden deparar algunas “sorpresas”.
Hay tareas que es conveniente realizarlas todas al principio, aunque decidamos dejar otras para una segunda etapa, pues implican un doble trabajo a la hora de volver a retomar las mismas.
En el resto de las tareas es cuestión de dar prioridad a las más necesarias o importantes y dejar las que no lo son para el final.
- ¿QUIEN VA PRIMERO: EL ARQUITECTO O LA EMPRESA CONSTRUCTORA?
Podemos decir que en este tema no debería haber un conflicto de intereses; lo que debe haber es un orden en la planificación de cualquier obra que se realice en forma responsable.
Muchos clientes recurren a una empresa constructora para tener “una idea” de cuánto les va a costar una reforma integral en base a algunos datos sobre lo que quieren.
La pregunta sería en base a qué elementos alguien puede decir con exactitud cuánto va a salir una reforma y elaborar un presupuesto real si no cuenta con un proyecto definido que tenga sus planos, memoria descriptiva, metrajes a demoler y construir, total de los materiales y calidad de los mismos y un estudio de la construcción sobre factibilidad y posibles complicaciones estructurales o vicios ocultos. Pues nadie puede estimar algo serio sin tener previamente estos elementos.
Una vez que tienes todos esos elementos detallados anteriormente que te puede preparar un estudio de arquitectura o un arquitecto independiente puedes sí pedir los presupuestos bien detallados, que luego de revisados a fondo por quién va a dirigir tu obra y asesorado sobre lo que te ofrecen puedes hacer la elección.
Pero ten en cuenta algo: un presupuesto no se elige solo por precio final. Hay otros factores a tener en cuenta que son calidad de ejecución, técnicas, componentes, mediciones, etc.
El proyecto con sus planos y memoria, junto con ese presupuesto bien desarrollado son la base de trabajo de cualquier reforma (integral o no) que permiten realizar un buen seguimiento, control, ejecución y tener un producto terminado de calidad que te de la garantía de que responde a tu inversión.
- SABER CUAL ES EL MOMENTO OPORTUNO DE COMENZAR LAS OBRAS
El plazo es algo importante a tener en cuenta, y sabemos que se genera cierta ansiedad por comenzar para ver cuanto antes la obra terminada. Pero no podemos saltear pasos ni tampoco apurar procesos que sí o sí se tienen que realizar, como son la realización de los estudios previos, los planos y complementos, y toda la documentación del proyecto que llevan su tiempo si se realiza a conciencia.
Es mejor tener todo definido y en detalle para evitar imprevistos y gastos no contemplados de antemano en el desarrollo de la obra. El tiempo previo invertido en el proyecto vale la pena.
Es mejor gastar en lápiz y papel, que en jornales y material de obra por tener que demoler y volver a hacer tareas no previstas.
Para terminar, además de todo lo que hemos expresado hay algo que es fundamental y que deberías tener en cuenta siempre: el proceso de reforma o ampliación de tu vivienda debe ser algo para disfrutar, participar y no debe generar ningún estrés desde el principio ni durante la obra, pues es ir llevando a la realidad y dando forma a todo lo deseado y proyectado en una forma ordenada y planificada en todos los aspectos.
Esperamos que este tema te haya resultado de utilidad. En DOT arquitectura estamos a las ordenes por cualquier consulta o asesoramiento pues nuestro objetivo es que tu idea y proyecto sea una muy buena experiencia.
© DOT arquitectura 2022